EJERCICIO 1 *
(sobre “La calle destruida” de Residencia en la tierra,
Pablo Neruda)
La sed del tiempo acumulado
despide con furia las cornisas,
el agua diferente, a manos llenas,
estalla en los balcones.
Rojas lenguas de geranios malheridos
tocan casas de lodo y se detienen.
Entre sombras anudadas caen llaves,
y cuchillos, y campanas sin luna.
La humedad se derrama en agujeros,
en ladrillos fatigados por el humo.
Una lengua implacable gasta las fachadas
y las sillas de tristes almacenes.
La azotada luz de las alcobas
anida en largas circunstancias sin nombre
y el roce de los anillos se adelanta
con lentitud, sobre el olvido.
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