13.4.12

RECUERDO PRENATAL



Mis padres están tensos. Discuten y rezan. Esperan que yo sobreviva, que nazca sana y fuerte. Se han preparado desde hace más de un año. Todos los días vino una enfermera a inyectarlos y acudieron cada semana a que los examinara el doctor.
         ––¡Tantos antibióticos! ––oigo decir a mi madre. ––Ojalá que no haya consecuencias. ––Y entonces llora. Y luego dice que extraña a su madre que ya no la visita por su causa. Que toda la ignominia y la humillación que la sobrepasa es por causa de él, que su hijito mayor estaría vivo si él no lo hubiera infectado con su mala vida, que el niño murió por su culpa, que cómo podría ella seguir viviendo si esta guagüita de ahora también nace enferma.